14 junio 2010

Al loro, que Alemania no está tan mal



Ni mucho menos. Los teutones han debutado hoy en el mundial de Sudáfrica con una holgada victoria ante Australia por cuatro goles a cero, que podrían haber sido incluso más si Klose y Ozil hubiesen tenido algo más de puntería en algunas claras ocasiones de las que gozaron los alemanes. Injusto a todas luces sería quedarse con estas circunstancias en el caso del futbolista del Werder Bremen, pues el joven Ozil ha sido la estrella del partido junto a Müller, el futbolista del Bayern al que no reconoció Maradona en una rueda de prensa. Ambos, cada uno escorado a una banda, Müller a la diestra y Ozil a la siniestra, trajeron en jaque a la zaga australiana. Una selección, la alemana, que apuesta por el fútbol y la posesión como manera de llegar al gol, que sabe jugar y que tiene a futbolistas muy capacitados para ello.


Los pronósticos no han sido diversos en demasía antes del comienzo de la cita mundialista respecto a los favoritos: España y Brasil copan las apuestas, con Argentina como gran alternativa debido a su potencial, mientras que a Italia y Alemania también se las menciona con la coletilla “siempre hay que tenerlas en cuenta”, pero en este caso más por inercia, porque siempre están ahí, que por las posibilidades que realmente se las daba. No se confiaba demasiado en los pupilos de Joachim Löw, ya que su Alemania es un conjunto con jugadores muy jóvenes que comienzan a despuntar en esto del fútbol, inmersos en un proceso de transición, un futuro esperanzador pero un presente con incógnitas. Y sin embargo llegó el debut mundialista, y Alemania venció y convenció.


Poco que comentar de los aussies, pues poco se supo de ellos. Sin presencia ofensiva y cándidos en defensa con numerosos errores de marcaje, la selección australiana pretendía presionar en el centro del campo en pos de tener superioridad numérica en cada jugada, pero los alemanes dominaban el esférico sin excesivos apuros. Por si esto fuera poco, el buen meta del Fulham, Schwarzer, no tuvo su noche y se unió a Green y Chaouchi, meta argelino, en la lista de errores entre los tres palos que hemos visto en los últimos encuentros. Sin llegar a ser tan notorios como los de sus colegas, el meta australiano falló en los dos primeros goles de Alemania. Sin restar mérito alguno a la vistosa selección teutona, queda comprobar si ofrecerán también este nivel ante un rival de mayor enjundia, y si no acusarán la falta de experiencia en grandes empresas en la mayoría de sus jugadores, aunque desde hoy se han colocado el cartel de equipo a tener en cuenta y haber empezado de esta manera les dará confianza para futuros compromisos.



Dirigidos por un magistral Ozil, quien ofreció todo un repertorio en el primer tiempo, y un peligroso Müller, que consiguió anotar un gol de bella factura, la selección alemana dominó el choque de principio a fin asegurando la posesión, jugando en corto, buscando el hueco y subiendo marchas en cuanto a los dos jóvenes puñales les llegaba el balón. Arriba, Podolski estuvo correcto con gol incluido y Klose falló varias ocasiones aunque suyo fue el segundo tanto de cabeza. El doble pivote, formado por Khedira y Schweinsteiger, no estuvo a la altura de sus dos compañeros del centro del campo aunque el del Stuttgart estuvo correcto, mientras que de la defensa poco se puede comentar ya que Australia apenas inquietó, salvo de un Lahm que subió incansablemente por su banda, la diestra, a la que se ha reciclado –aunque es diestro siempre ha jugado habitualmente en la zurda– tras la irrupción, tanto en su club como en la selección, de Badstuber. Hasta tal punto llegó la ineficacia ofensiva de Australia que nada se puede decir de Neuer, ni si es el portero que Alemania necesita tras la lesión de Adler.


En el segundo tiempo entró Cacau, quien marcó en el primer balón que llegó a sus botas. También jugó unos minutos Mario Gómez, quien al igual que Klose ha tenido un año gris en Múnich. Deberá elegir bien Löw a sus puntas ya que ninguno de ellos parece ahora mismo un intocable, y Müller, quien parece más en forma, parece que jugará escorado a la derecha. Otras alternativas a tener en cuenta son Marin y Kroos, hoy en el banquillo aunque Marin sí ha jugado unos minutos. Este último permitiría a Müller centrar su posición y acercarle al área, algo que le ha faltado quizá a Schweinsteiger, quien ha jugado demasiado lejos del área de peligro. El del Bayern ha centrado su posición en el campo debido a la presencia de Ribéry y Robben, ocupantes de las bandas en Múnich, y en la selección es también la referencia en el centro del campo, sin embargo, Schweini es más un centrocampista con presencia ofensiva arrancando desde la banda que una referencia que haga jugar al equipo, y hoy se le ha visto desdibujado. Quizá con Ballack en Sudáfrica la situación de Schweinsteiger sería otra, con el ya ex del Chelsea como timón del equipo y el del Bayern en una banda, aunque eso sacaría del once a Ozil o Müller, y tras lo visto hoy es algo impensable. Si Alemania dispusiese de un buen centrocampista de creación sería un conjunto verdaderamente temible, más aún, para ser más exactos. Desde luego es de valorar lo mucho y bueno que tenemos en España en esa posición.


Tras la inesperada victoria de Ghana ante Serbia, los alemanes lideran el grupo D con los mismos puntos que la selección africana, mientras que Serbia, a la que no hay que descartar tras pagar la novatada, es tercera del grupo y Australia última, una selección que había dejado buenas impresiones en los últimos años pero que hoy poco o nada ha demostrado, y por si fuera poco se quedan sin su mejor futbolista, Cahill, para el próximo partido por una absurda expulsión tras una fea entrada.


Un grupo a seguir, un grupo en el que, como si de una película de Pajares y Esteso se tratase, la alemana es la protagonista.

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